La industria del condensador en El Salvador, aunque puede no ser la más conocida, desempeña un papel crucial en la economía del país desde la fundación de Kyocera AVX en 1977, esta industria ha crecido significativamente contribuyendo a las exportaciones nacionales y creando miles de empleos.
Kyocera AVX estableció su planta en la zona franca de San Bartolo, Ilopango, hace más de 40 años, la empresa ha evolucionado hasta convertirse en un productor esencial de condensadores eléctricos utilizados en diversas aplicaciones tecnológicas. En 2022 las exportaciones de condensadores alcanzaron un récord de $259.9 millones, lo que marca un incremento significativo en comparación con años anteriores y demuestra la creciente demanda global de estos productos.
La industria del condensador está íntimamente ligada al sector electrónico de El Salvador, que representa el 4.8% de las exportaciones de la industria manufacturera en 2021, la producción de condensadores ha sido un pilar clave en este sector, generando exportaciones que sumaron $308.2 millones en 2021, con un aumento del 45.6% respecto a 2020. Sin embargo, el año 2023 trajo consigo un desafío, ya que las exportaciones se redujeron en un 25.7%, alcanzando los $193.1 millones debido a una disminución en la demanda mundial.
La planta de Kyocera AVX emplea a más de 4,000 personas, esta cantidad de empleo representa una oportunidad significativa, especialmente en un país donde los desafíos económicos son comunes, además la industria ha fomentado el desarrollo de habilidades técnicas entre la población local, lo que puede ser un motor para el crecimiento a largo plazo. La formación y capacitación ofrecida por las empresas en la industria del condensador no solo beneficia a los empleados directos, sino que también enriquece el capital humano del país al fomentar una cultura de innovación y desarrollo técnico.
Además de sus implicaciones económicas, la industria del condensador también tiene un impacto social positivo en El Salvador. Por ejemplo, un proyecto en particular, el condensador de agua busca abordar la escasez de agua potable en comunidades que enfrentan este desafío, este sistema de condensación permite a las comunidades purificar y almacenar agua, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de muchos salvadoreños que carecen de acceso regular al agua potable.
La industria de condensadores también ha sido un motor de innovación en El Salvador, las empresas han estado invirtiendo en investigación y desarrollo para mejorar la calidad de sus productos y optimizar los procesos de producción, este enfoque hacia la innovación no solo beneficia a las empresas, sino que también establece a El Salvador en el mapa global de la tecnología y el desarrollo industrial.
El Salvador ha encontrado una ventaja competitiva en la producción de condensadores, especialmente debido a la proximidad geográfica a los Estados Unidos su principal mercado para la exportación. Aproximadamente el 99% de los condensadores producidos en El Salvador se destinan a Estados Unidos, esta proximidad no solo reduce costos de transporte, sino que también permite a las empresas adaptarse rápidamente a las necesidades del mercado estadounidense.
Retos y oportunidades
A pesar de su crecimiento y el impacto positivo en la economía, la industria del condensador en El Salvador enfrenta retos significativos, la caída del 25.7% en las exportaciones en 2023 resalta la vulnerabilidad del sector a las fluctuaciones del mercado global, este contexto también presenta oportunidades para diversificar los productos y encontrar nuevos mercados que pueden ayudar a mitigar estos riesgos.
El futuro de esta industria parece ser prometedor, siempre y cuando se logren adaptaciones a las tendencias globales y se fortalezcan los lazos con el sector tecnológico, la inversión en infraestructura tecnológica, como la construcción de data centers, puede potenciar la industria electrónica y, por ende, la producción de condensadores.
La industria del condensador de El Salvador es un pilar fundamental en la economía nacional, no solo contribuye con ingresos significativos a las exportaciones, sino que también genera empleo y apoya el desarrollo social en comunidades que enfrentan retos de acceso a recursos básicos como el agua. Para mantener el crecimiento de esta industria será fundamental que las empresas se adapten a los cambios del mercado y busquen valores innovadores que permitan continuar avanzando en el mercado global.
El crecimiento de esta industria en El Salvador es un claro ejemplo de cómo una sola compañía puede influir en la economía de un país y en la vida de sus ciudadanos, al invertir en talento local y en innovación, El Salvador puede asegurarse de que su industria no solo sobreviva, sino que prospere en el futuro, con el constante avance de las tecnologías y la creciente demanda en diversas industrias, el país tiene una oportunidad única para posicionarse como un jugador importante en el ámbito internacional.
Es imperativo que tanto el gobierno como el sector privado trabajen de manera conjunta para crear un ambiente que favorezca la inversión en la industria, combine esfuerzos para enfrentar los retos actuales y construyan un futuro sostenible para la industria del condensador en El Salvador. La colaboración será clave para potenciar el potencial de esta industria, garantizando así los beneficios económicos y sociales para las futuras generaciones.
