La reciente investigación contra Joaquín Guzmán López por el delito de traición a la patria, hijo del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, ha despertado una ola de reacciones y análisis que van más allá de lo que parecen ser simples alegaciones de secuestro. El 25 de julio de 2024 Guzmán López fue arrestado junto con Ismael ‘El Mayo’ Zambada quien durante décadas ha sido uno de los líderes más temidos del Cartel de Sinaloa, lo interesante de esta situación es que Zambada ha denunciado que fue secuestrado por Guzmán López para ser entregado a las autoridades estadounidenses, por lo cual el gobierno de México a través del Ministerio Público Federal plantea investigar si en este caso hubo el delito de traición a la patria por la entrega a un gobierno extranjero de un delincuente que no solo ha ocasionado un daño a Estados Unidos, también a México.
La principal causa por la que alguien puede ser acusado de traición a la patria es por llevar a cabo acciones que atenten contra la independencia, soberanía o integridad de México, con el objetivo de someter al país a una persona, grupo o gobierno extranjero. También se considera traición si se priva ilegalmente de su libertad a una persona dentro del territorio nacional para entregarla a autoridades extranjeras o trasladarla fuera de México con ese propósito.
El Cartel de Sinaloa, considerado uno de los grupos criminales más influyentes y poderosos del mundo tiene una larga historia que data de la década de 1960. Su formación se atribuye a familias de narcotraficantes que han mantenido un riguroso control sobre el tráfico de drogas en México y han expandido su influencia a nivel internacional, particularmente hacia Estados Unidos, la figura de ‘El Chapo’ Guzmán marcó un antes y un después en el narcotráfico mexicano; su arresto y posterior extradición a Estados Unidos en 2017 dejó un vacío de liderazgo que sus hijos, Joaquín Guzmán López, Ovidio Guzmán López, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo han intentado llenar.
Las acusaciones
Las autoridades mexicanas pretender investigar a Joaquín Guzmán López, por la supuesta implicación en el secuestro de Zambada, quien ha argumentado que fue secuestrado para ser entregado a los Estados Unidos.
Zambada, quien enfrenta igualmente múltiples cargos en Estados Unidos, alega que fue engañado para asistir a una reunión que supuestamente involucraba a otros líderes del cartel, en su versión, al llegar al lugar fue emboscado, atado y llevado contra su voluntad a bordo de un avión que lo trasladó a Santa Teresa, Nuevo México, donde el FBI y la DEA les esperaba.
A primera vista la acusación contra un Joaquín Guzmán López que según se dice entregó a un narcotraficante a las autoridades estadounidenses, parece ridícula, en medio de todo son dos delincuentes que han causado daño a Estados Unidos como a México, como se puede considerar traición a la patria la entrega de un sujeto y se agrega un segundo, y que tienen sendas investigaciones en ambos gobiernos, que pueden ser considerados una gran amenaza a la seguridad nacional y a la postre que bien hace cuando alguien te hace el favor de hacer el trabajo que no haces, hay que dar gracias por deshacerse de dos problemas sin mover un dedo.
La delincuencia representa una de las principales amenazas a la estabilidad del estado de derecho, especialmente en contextos donde el crimen organizado se manifiesta con violencia y corrupción, este fenómeno afecta no solo la seguridad pública, sino también la percepción de certeza y la confianza en las instituciones. Cuando el estado de derecho se debilita, la impunidad tiende a aumentar, facilitando la perpetuación de delitos y la desconfianza ciudadana hacia las autoridades, situación que se vive en muchas regiones de México.
Ahora, que importa si entre delincuentes se traicionan, la traición dentro del mundo del narcotráfico no es nueva, la historia del Cartel de Sinaloa está plagada de traiciones y rivalidades internas. Durante años, Zambada y el Chapo Guzmán formaron parte del núcleo del cartel, pero su relación ha cambiado drásticamente en el contexto de la captura de ‘El Chapo’ y la redefinición del liderazgo, a medida que los hijos de Guzmán han tomado control, la tensión entre ellos y Zambada se ha intensificado, la súbita entrega de Zambada a las autoridades estadounidenses puede ser una manifestación de esta turbulenta dinámica de poder.
Las reacciones a las acusaciones han sido diversas, algunos analistas se han mostrado escépticos de la narrativa de Zambada, expertos en criminalidad y narcotráfico han señalado que estas alegaciones de traición y secuestro podrían ser un intento de Zambada de legitimar su propia situación y de desviar la atención de sus delitos, intentando primero usar todos los medios para salir bien librado, ¿pero qué sucede si ya es el fin? y que es una realidad de la que no podrá escapar, y que la relación entre políticos y narcotraficantes en México es notoria; las conexiones entre el crimen organizado y altos funcionarios del gobierno han estado presentes por años, un pez gordo como el Mayo Zambada es un gran botín de información para Estados Unidos y el solo hecho que decida hablar podría poner a temblar a toda la clase política mexicana.
La Implicación de la Soberanía Mexicana
La acusación que pesa sobre Joaquín Guzmán López también pone en el centro del debate la cuestión de la soberanía nacional, las autoridades mexicanas han reaccionado incómodamente y con desconfianza hacia el manejo de la situación por parte de los Estados Unidos, la detención de Zambada y Guzmán López se llevó a cabo sin la participación de México, lo que ha causado tensiones diplomáticas. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha pedido explicaciones claras por parte de Estados Unidos y ha manifestado que este tipo de intervenciones deben ser transparentes y consensuadas.
Podemos imaginar como terminaría cuando informas que vas por uno de los grandes capos del narcotráfico mexicano, seria la misma historia de años, siempre andan con un pie adelante gracias a la red de información que operan desde dentro.
En este contexto la revisión de la relación entre los dos países en la lucha contra las drogas vuelve a ser relevante, históricamente el Gobierno mexicano ha colaborado con Estados Unidos en el combate al narcotráfico, pero las recientes detenciones han despertado un resentimiento sobre la falta de comunicación y cooperación por parte de la administración estadounidense, más vista como desconfianza.
Políticamente la situación de seguridad actual en México podrían influir en las elecciones futuras y en el tono en México, la presión para actuar y demostrar que se están tomando medidas frente al narcotráfico es mayor que nunca, Estados Unidos tendrá que tomar una decisión ante la crisis de las drogas dentro de sus fronteras y la administración actual así como sus sucesora tendrán que lidiar con los efectos de las detenciones, especialmente si emergen detalles sobre implicaciones de funcionarios del gobierno.
La acusación de secuestro de Joaquín Guzmán López contra Ismael ‘El Mayo’ Zambada es en muchos niveles representativa de las complejidades y contradicciones del narcotráfico en México, este caso no solo involucra a figuras importantes del crimen entregándose y traicionándose mutuamente, sino que también revela el papel multifacético de la política y los organismos de seguridad en la lucha contra las organizaciones criminales que han debilitado el estado de derecho.
Los ecos de estas acusaciones continuarán resonando en el ámbito público y privado, influenciando tanto las narrativas sobre el narcotráfico como el contexto político más amplio en México, en un escenario tan intrincado, cada movimiento cuenta, y la historia apenas comienza a desvelarse en un drama lleno de giros inesperados y consecuencias fatales.