En el panorama económico de América Latina donde el crecimiento ha sido un desafío constante en los últimos años, Panamá se destaca como un faro de progreso en un contexto en el que las economías de la región han enfrentado múltiples adversidades, el país centroamericano se posicionó como el líder en crecimiento económico superando la media regional y consolidando una trayectoria de expansión sostenida. Con un incremento del Producto Interno Bruto (PIB) de un impresionante 6,1% en 2023, Panamá ha captado la atención mundial como un ejemplo de éxito en un entorno incierto.
La destacada tasa de crecimiento de Panamá se debe a una combinación de factores favorables, incluyendo un entorno macroeconómico estable, inversiones extranjeras y un sector de servicios dinámico. El país ha sabido atraer la inversión extranjera en gran parte gracias a su posición estratégica como un importante centro logístico y financiero en el continente. El Canal de Panamá sigue siendo una fuente crucial de ingresos, sosteniendo la economía local y generando un flujo constante de comercio internacional, el aspecto geográfico y económico ha permitido que Panamá actúe como un puente entre los mercados globales facilitando el movimiento de mercancías y capitales.
A lo largo de la última década la economía panameña ha experimentado crecimiento sostenido a pesar de los desafíos que han afectado a la región. La capacidad del país para diversificar su economía y no depender exclusivamente del Canal ha sido un factor clave en su éxito, sectores como la banca, la construcción y el turismo han mostrado un notable dinamismo, en particular la llegada de turistas extranjeros ha marcado una tendencia positiva contribuyendo a la creación de empleos y la generación de ingresos.
Sin embargo, el crecimiento económico no ha estado exento de desafíos, Panamá enfrenta cuestiones como la desigualdad social y el acceso limitado a servicios básicos en algunas áreas, se estima que la pobreza afecta a alrededor del 23% de la población, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento y su impacto en la calidad de vida de todos los panameños. La CEPAL ha señalado que la región en su conjunto está atrapada en varias «trampas», y aunque Panamá se destaca, los problemas estructurales no deben ser ignorados.
Con las proyecciones de crecimiento estancadas a nivel regional la presión sobre Panamá para mantener sus altos niveles de crecimiento es considerable. Se estima que la economía de América Latina se expandirá solo un 2,1% en 2024, lo que refuerza la necesidad urgente de que Panamá continúe implementando políticas efectivas que fomenten la inversión y la productividad, a medida que el entorno global cambia y surgen tensiones geopolíticas, Panamá tendrá que adaptarse a estos nuevos desafíos para asegurar su futuro económico.
Las Oportunidades de Panamá
El país se encuentra en una posición única para capitalizar el inicio de nuevas tendencias económicas, las expectativas alrededor de la economía digital y los avances en infraestructura ofrecen un potencial significativo para Panamá. La transformación digital que se ha acelerado en la región, puede permitir que Panamá se convierta en un líder en la adopción de tecnologías, lo que conlleva la creación de empleos en sectores emergentes, así mismo la inversión en infraestructura como puertos y aeropuertos contribuirá a mejorar aún más su capacidad logística.
Panamá también tiene la oportunidad de profundizar en su participación en las cadenas de suministro regionales, especialmente en la era post-COVID-19. A medida que las empresas buscan diversificar sus fuentes de producción y minimizar riesgos, Panamá puede beneficiarse al posicionarse como un destino atractivo para la relocalización de industrias.
Pese a los avances, el país enfrenta desafíos estructurales que afectan su capacidad para crecer de manera sostenible, uno de los principales retos para Panamá es la creación de empleos, aunque el desempleo se ha mantenido relativamente bajo, la generación de estos empleos no siempre está garantizada.
Existen inquietudes sobre el aumento en el empleo informal y la necesidad de una fuerza laboral más calificada para enfrentar los desafíos de un mercado en constante cambio. La CEPAL ha señalado que es fundamental mejorar la capacitación y la educación, de modo que la población pueda beneficiarse del crecimiento.
Otro aspecto crítico es la sostenibilidad ambiental, ya que el cambio climático es una realidad inminente que afecta a toda la región, Panamá, como país vulnerable a desastres naturales, necesita incorporar políticas de mitigación y adaptación al cambio climático, la coordinación efectiva entre el gobierno y los sectores privados será esencial para implementar soluciones que no solo beneficien a la economía, sino que también protejan el entorno natural.
La Contribución Regional de Panamá
La experiencia de Panamá puede servir como un modelo para otras naciones de América Latina que buscan lograr un crecimiento económico sostenido, al respetar su entorno geográfico, potenciar su mano de obra y aprovechar sus recursos naturales, el país ha formulado un enfoque que puede ser imitado. La clave para el éxito radica en un liderazgo proactivo y un compromiso continuo con la modernización de sus políticas para un crecimiento inclusivo y sostenible.
De cara al futuro las proyecciones indican que Panamá mantiene un crecimiento estimado entre el 4% y 4,2% en 2024, este crecimiento representará un hito positivo en medio de un contexto regional adverso donde muchas economías se enfrentan a tasas de crecimiento más bajas y desafíos económicos. Sin embargo, se deberá estar preparado para enfrentar factores externos negativos que puedan amenazar este progreso.
A medida que avanza el tiempo, es crucial que Panamá invierta en su futuro económico, la planificación y la innovación son elementos esenciales para mantener una trayectoria de crecimiento en tiempos inciertos. A través del fortalecimiento de la cohesión social, la atención a las necesidades básicas de sus ciudadanos y la inversión en sectores estratégicos, Panamá puede proyectar un horizonte optimista mientras enfrenta los retos del futuro.
En resumen, Panamá es la estrella en términos de crecimiento económico en América Latina, mostrando resiliencia ante la adversidad y un compromiso con el progreso. Con los desafíos que enfrenta, la combinación de su ubicación estratégica, un enfoque centrado en la inversión y la diversificación de su economía constituyen fundamentos sólidos para su futuro.
La capacidad del país para abordar sus problemas internos y presentar soluciones innovadoras será la clave para sostener su crecimiento y convertirse en un modelo para el resto de la región, el futuro económico de Panamá es brillante, pero la responsabilidad recae en sus líderes y ciudadanos para asegurar que su éxito se traduzca en un bienestar inclusivo para todos.