En un giro impactante que sacude la iglesia de Naasón Joaquín García, líder de La Luz del Mundo (LLDM), ha sido acusado formalmente en Nueva York de conspiración de crimen organizado, tráfico sexual y explotación infantil. Estas imputaciones, reveladas el 10 de septiembre de 2025 por un gran jurado federal, involucran no solo a García, quien ya cumple una condena de más de 16 años en California por delitos similares, sino también a su madre, Eva García, y otros cuatro miembros de su círculo cercano. La acusación detalla un patrón sistemático de abusos que abarca décadas y continentes, utilizando la estructura eclesiástica como fachada para crímenes graves contra mujeres y menores.
Los actuales cargos federales pueden ser la justicia plena esperada por las victimas que esperan encierren de por vida a este delincuente sexual.
La Luz del Mundo, fundada en 1926 por Aarón Joaquín González en Guadalajara, Jalisco, se presenta como una congregación cristiana restauracionista, bajo el liderazgo de tres generaciones de la familia Joaquín —primero Aarón, luego su hijo Samuel y ahora Naasón—, la iglesia ha crecido atrayendo devotos con promesas de salvación espiritual, sin embargo, detrás de esta imagen de piedad, las autoridades estadounidenses alegan una operación criminal que explotaba la fe de los fieles para fines ilícitos. La nueva acusación federal presentada en el Distrito Sur de Nueva York describe cómo los acusados manipulaban a víctimas vulnerables, muchas de ellas menores de edad, obligándolas a participar en actos sexuales bajo manipulación.
Naasón Joaquín García, de 56 años, asumió el mando de LLDM en 2014 tras la muerte de su padre Samuel Joaquín Flores, desde entonces, se ha autoproclamado «Apóstol», una figura infalible en la doctrina de la iglesia. Su arresto inicial en 2019 en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles marcó el comienzo de un escándalo que ha dividido a la congregación. En ese momento fue acusado por la Fiscalía de California de 26 delitos, incluyendo violación de menores, producción de pornografía infantil y extorsión. Tras un acuerdo de culpabilidad en 2022, García fue sentenciado a 16 años y ocho meses de prisión, una pena que evitó un juicio completo, pero no silenció las denuncias de víctimas que alegaban un abuso mucho más amplio.
Los nuevos cargos en Nueva York elevan la gravedad del caso al nivel de una conspiración, similar a las usadas contra organizaciones criminales como la mafia, según el documento de 47 páginas de la acusación, Naasón Joaquín y sus coacusados —incluyendo a Eva García, su madre de 86 años; Azalea Rangel Meléndez, de 34; Susana Medina Oaxaca, de 29; Alondra Ocampo, de 38, Ocampo ya había sido sentenciada en el caso de California— formaban una «empresa criminal» que operaba dentro de LLDM, esta red supuestamente traficaba con mujeres y niños para satisfacer los deseos sexuales de los líderes, produciendo y distribuyendo material de abuso sexual infantil. Las víctimas, identificadas anónimamente como Jane Doe 1 a 13, provienen de México, Estados Unidos y otros países, y los abusos habrían ocurrido en viajes internacionales a Asia, Europa, África y América Latina.
Uno de los aspectos más perturbadores de la acusación es la implicación intergeneracional, los fiscales alegan que el patrón de abusos no comenzó con Naasón, sino que fue heredado de su padre, Samuel Joaquín Flores, quien falleció en 2014 sin enfrentar cargos formales pese a múltiples denuncias en su contra. Eva García, viuda de Samuel, es acusada de facilitar estos crímenes, actuando como una figura materna que reclutaba y preparaba a las víctimas. Por ejemplo, se detalla cómo las jóvenes eran seleccionadas desde temprana edad, sometidas a un «adoctrinamiento» que las convencía de que servir sexualmente al «Apóstol» era un honor divino. Este lavado de cerebro incluía aislamiento de sus familias, control financiero y amenazas espirituales, como la pérdida de la salvación eterna.
La investigación, liderada por la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), con apoyo de agencias en Los Ángeles y Chicago, duró varios años, se basó en testimonios de exmiembros, evidencia digital y registros financieros que revelan un flujo de dinero ilícito. Entre los hallazgos, se mencionan fajos de efectivo, joyas costosas y juguetes sexuales encontrados en propiedades ligadas a García, sugiriendo un estilo de vida lujoso financiado por donaciones de fieles y posiblemente por la explotación de víctimas, además, la acusación describe la creación de videos y fotos explícitos, distribuidos entre los conspiradores para mantener el control sobre las víctimas.
Exmiembros de LLDM han reaccionado con alivio y vindicación ante estos desarrollos, Sochil Martín, una de las primeras en denunciar públicamente los abusos en 2018, declaró que los cargos representan «un paso hacia la justicia para generaciones de víctimas silenciadas», Martín, quien creció en la iglesia y alega haber sido abusada desde los 9 años, ha liderado un movimiento de exfieles que buscan desmantelar la estructura de poder de LLDM. Otros, como miembros de la organización «Restaurados por la Verdad», han aplaudido la inclusión de Eva García en la acusación, viéndola como evidencia de que el abuso era un secreto familiar bien guardado.
Por su parte, la iglesia La Luz del Mundo ha respondido con un comunicado oficial negando las alegaciones y describiéndolas como «una persecución religiosa». Portavoces de LLDM insisten en que Naasón es inocente y que las acusaciones forman parte de una campaña de difamación orquestada por desertores y medios hostiles, han convocado a oraciones masivas en sus templos principales en Guadalajara y Los Ángeles, donde miles de fieles continúan viéndolo como un mártir. Sin embargo, analistas religiosos señalan que estos nuevos cargos podrían fracturar aún más la congregación, que ya ha perdido miembros significativos desde el arresto de 2019.
El caso resalta problemas más amplios en las iglesias donde líderes carismáticos acumulan poder absoluto, a menudo exentos de escrutinio. En México, donde LLDM tiene influencia política y social, el escándalo ha generado debates sobre la regulación de organizaciones religiosas. Legisladores en Jalisco y la Ciudad de México han propuesto reformas para investigar denuncias de abuso en congregaciones, mientras que activistas de derechos humanos exigen extradiciones y compensaciones para las víctimas, el involucramiento de viajes globales subraya la necesidad de cooperación entre países para combatir el tráfico humano disfrazado de fe.
Desde su celda en la prisión estatal de California, Naasón enfrenta ahora la posibilidad de una cadena perpetua si es condenado en Nueva York, los fiscales buscan transferirlo para el juicio, un proceso que podría demorar meses debido a apelaciones. Mientras tanto, las víctimas anónimas en la acusación representan solo una fracción de las potenciales afectadas; expertos estiman que docenas, si no cientos, han sufrido en silencio por temor a represalias.
Este desarrollo no solo expone las sombras de una institución venerada, sino que invita a una reflexión colectiva sobre el abuso de poder en contextos religiosos. A medida que el caso avanza, podría inspirar a más sobrevivientes a hablar, desmantelando redes similares en otras partes del mundo.
Antecedentes Históricos de la Iglesia y los Abusos
Para entender la magnitud de estos cargos, es esencial revisar la historia de La Luz del Mundo, fundada en la era posrevolucionaria mexicana, la iglesia enfatiza la restauración del cristianismo primitivo, rechazando tradiciones católicas y protestantes. Aarón Joaquín, el fundador, se proclamó «Siervo de Dios» y expandió la fe entre clases trabajadoras, su hijo Samuel, quien tomó el relevo en 1964, transformó LLDM en una iglesia internacional, también se sabe de alianzas con políticos mexicanos.
Rumores de abusos sexuales contra Samuel circularon durante décadas. En 1997, un grupo de exmiembros lo acusó de violaciones, pero las denuncias fueron desestimadas en México por falta de evidencia o influencia eclesiástica. Naasón, educado en este entorno, perpetuó el legado, según los fiscales, la acusación detalla cómo, desde 2014, organizaba «retiros espirituales» que servían como tapadera para encuentros ilícitos.
Detalles Específicos de las Alegaciones
La acusación federal enumera cargos específicos: conspiración bajo la ley RICO (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations), tráfico sexual por fuerza, fraude o coerción, y producción de pornografía infantil. Por ejemplo, Jane Doe 1 alega haber sido traficada a los 12 años, obligada a posar desnuda y participar en actos sexuales grupales, otras víctimas describen viajes pagados por la iglesia donde eran «regaladas» a líderes.
Eva García es acusada de reclutamiento activo, usando su posición como «madre espiritual» para identificar candidatas. Azalea Rangel y Susana Medina, asistentes personales de Naasón, supuestamente manejaban la logística, mientras que Alondra Ocampo, ya convicta, facilitaba el abuso de menores.
Impacto en la Comunidad y Perspectivas Legales
El impacto en la comunidad latina, donde LLDM tiene fuerte presencia, es profundo, en Los Ángeles, donde reside una gran diáspora mexicana, protestas de exmiembros contrastan con vigilias de fieles. Psicólogos advierten sobre el trauma colectivo, recomendando apoyo para desertores.
Legalmente, el caso podría establecer precedentes para procesar iglesias como empresas criminales, si Naason es condenado, enfrentaría décadas adicionales, posiblemente muriendo en prisión, sus abogados argumentan sesgo anti-religioso, pero evidencia acumulada —testimonios, videos y finanzas— fortalece el caso de la fiscalía.
En resumen, estos cargos marcan un capítulo oscuro para LLDM, cuestionando la fe ciega en líderes carismáticos, mientras la justicia avanza, las víctimas buscan cierre, y la sociedad, mayor vigilancia contra abusos encubiertos.